Esta terapia consiste en la ejecución de ejercicios en un medio acuático, con la totalidad del cuerpo sumergido en la misma a través de una piscina. Esta terapia acuática aprovecha las características propias del agua.
Existen evidencias suficientes que permiten afirmar que se trata de la técnica por excelencia destinada a la recuperación o mejora de la función, flexibilidad y potencia muscular, así como al mantenimiento o rehabilitación de la forma física.